Diario de Abordo - Etapa 4 - El Caribe


Extrato del Diario de Abordo del DUBHE


VENEZUELA
Los Testigos + Isla Margarita

03/VII/2004 – 20:00
(escribe Rosana)
Ahora me toca relatar las pocas, pero no menos importante, millas que separan Trinidad de Isla Margarita en Venezuela. Es verdad que unas 200 millas en casi 7000 que hicimos juntos no es tan significativo, pero para mí, fue todo un reto. Tenía muchas cosas que dependían de mí y como en las demás travesías Ramón era el capitán, yo me ocupaba con el segundo puesto. Y ahora todo lo que hacía antes tuve que sumar a las tareas del capitán, desde hacer la navegación, preparar todo el barco, estar pendiente del nuevo motor, cuidar de Blanca, hacer la comida, las guardias, la burocracia de las salidas y entradas en los países y por supuesto levar el barco sin ningún problema hasta otro pais, dejándolo en seco hasta nuestro regreso.
La estadia en Trinidad fue de mucho trabajo, estuvimos allá poco más de un mes y durante este periodo trabajé mucho. Primero con el tema de la instalación del motor, aunque yo no era la mecánica, eso me ha traído muchos problemas, pues el mecánico tenía un ritmo que ni de cerca era el mio. El presupuesto que nos pasó y el tiempo que llevaría, diría yo que fue el triple si no más. En lugar de los 3 días que llevaría, fueron 3 semanas, pues cada día trabajaba entre 2 y 3 horas y evidentemente cada día era un problema que aparecia. Mientras tanto, aproveché para limpiar el barco en lugares que casi nunca nos acordamos, como el tanque de agua y de gasoil y la casa de maquinas, pues aproveché para sacar la vieja espuma aislante y poner una nueva y pintar el fondo. Cuando ya no tenía "nada" para hacer dentro, empecé con el casco rascando, lijando y lavando. Después el sellante y el antifouling. Todo solita y no olvidando mi principal función que era la de ser madre.
Finalmente terminada y testada la instalación del motor, preparamos para seguir el viaje hasta Venezuela. Fuimos en dos barcos, nosotras y un barco brasileño con una familia muy simpatica, chamado Beethoven. El hijo más grande de 17 años del otro barco vino con nosotras y afinal eramos tres: yo, Blanca y Marcelo. En el otro barco también eran 3 y así podíamos hacer las guardias por la noche sin problemas.
Marcelo del BEETHOVEN El BEETHOVEN
Marcelo y el BEETHOVEN

Venezuela está al lado de Trinidad, de hecho se ve perfectamente el continente venezolano desde la isla, el problema es que no se puede ir costeando hasta Puerto La Cruz, pues existen muchos casos de pirataria en estas aguas. Para salir de Trinidad, tomamos el rumbo hacia Grenada, que está exactamente al norte, y después de unas 20 millas hicimos rumbo dirección a Los Testigos, un archipiélago que pertenece a Venezuela.
Llegamos a Los Testigos al día siguiente por la mañana, después de 15 horas de tranquila navegación. Prácticamente todo el tiempo usamos el motor ya que el viento era muy flojo. La corriente nos ayudaba mucho y así podíamos mantener una media de 7 a 7,5 nudos. Fue una noche un poco tensa y no utilizábamos luces de navegación. A pesar de la luna llena, no podíamos ubicar el otro barco que estaba prácticamente al lado, siempre que estábamos en duda cuanto a posición del otro, llamábamos por la radio para posicionarnos. El hecho de no vernos uno al otro me tranquilizó un poco ya que los demás tampoco nos veían. Ya el capitán del otro barco no pudo dormir toda la noche, estaba muy preocupado.
La alegría de Blanca, navegando hacia Los Testigos Llegando a Los Testigos Llegando a Los Testigos
Llegando a Los Testigos (Venezuela)

Al amanecer vi Los Testigos, pues me tocaba el turno de guardia y unas dos horas después estábamos fondeando el una cala paradisíaca, con aguas transparentes y de un color increíble. No tardó mucho para el merecido chapuzón y Blanca cogió todo su "equipamiento de playa" para seguir con la tan esperada y soñada aventura en las blancas arenas de Testigo Grande. ¡Estaba en el paraíso! Los únicos que vivían allí, era una familia de pescadores que nos recibió muy bien. El almuerzo estaba garantizado, pues la tripulación del Beethoven había pescado 6 bonitos, que a pesar de pequeños eran suficiente para todos. Después de aprovecharnos bastante en la playa hicimos una comida comunitaria reuniendo las ollas de los dos barcos.


Los Testigos (Venezuela)

06/VII/2004 – 08:00
Estaba previsto seguir hacia Isla Margarita al día siguiente, pero por la tarde entró un viento fuertecillo de unos 20 a 25 nudos que nos hizo cambiar de idea y disfrutar un poco más del fondeo. Dos días después muy tempranito aproamos hacia Isla Margarita y para nuestra sorpresa nada de viento, otras 50 millas a motor. La travesía fue tranquila, pero de esa vez fuimos nosotros quién salvamos la comida del día y pescamos 5 bonitos. Llegamos en Porlamar pasada la hora de la comida y muy tristes tuvimos que comunicar a la tripulación del Beethoven que tendríamos que comer todo el pescado solos y ellos el clásico "feijäo com arroz" (arroz con judias negras, típico de la cocina brasileña).
De Los Testigos a Isla Margarita Isla Margarita Rumbo a Mangle Bay, Isla Margarita
Isla Margarita (Venezuela)

Porlamar tiene sus encantos, a parte de hablar el castellano, pues ya estaba cansada del inglés de Trinidad, donde no se entiende un pimiento, es puerto libre y hay comida, principalmente carne de vacuno, ya que en Trinidad es un lujo. Lo primero que hicimos fue beber unos zumos de frutas naturales y tropicales que estaban la mar de buenos. Después buscamos un supermercado para comprarmos carne ya que no pensábamos en otra cosa que hacer una rica barbacoa. Y para nuestra sorpresa vimos que la comida en Margarita no es muy barata, todo lo contrario que la gasolina, donde el litro sale a menos de 4 céntimos de euro, algo increíble...
Después de 2 días en Porlamar decidimos seguir hacia Chacachacare, un pueblito que está a 25 millas de Porlamar y donde había una marina o mejor un varadero. Esas fueron las únicas millas que pudimos navegar sin usar el motor. Todavía no sabia si dejaría el barco allá o en Puerto La Cruz, pasamos la noche fondeados y al día siguiente por la mañana el Beethoven siguió viaje a Puerto La Cruz y nosotras hacia tierra.
Finalmente con el barco en seco, empezamos los preparativos para invernarlo y los trámites para nuestra vuelta a España.
Ahora el barco se encuentra allá y nosotras en Madrid. Desde luego fue un viaje increíble, donde todo salió a la perfección. Fue una clase práctica de las mejores, pues el capitán no estaba allí para arreglar mis errores, por lo tanto tenía que hacer todo como si fuera él y tentar pensar como él antecipando las maniobras y todo más. Blanca fue una excelente grumete y me ayudó muchas veces. Felizmente todo terminó bien.

La Capitana y su Grumete
La Capitana y su Grumete

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Venezuela (Vacaciones-2005)

 

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